En la sección de nuestro blog de “Estilo UGPM”, buscamos compartirles la manera en la que vivimos este gran proyecto de aprendizaje y enseñanza del golf con jóvenes jugadores apasionados por este deporte.
En esta ocasión, queremos compartirles una breve reflexión sobre lo que se vive en este programa, a la hora de hablar de la enseñanza del golf.
Como muchos de ustedes sabrán, en UGPM, trabajamos con jugadores de entre 17 y 24 años de edad aproximadamente, lo cual es un verdadero gusto y placer, ya que en nuestra opinión, es la etapa más linda del desarrollo de un ser humano.
" La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón." H. Hendricks
Nos encontramos con personas que están conociendo un sitio nuevo, que están comenzando, o continuando, un trabajo exhaustivo de crecimiento personal y deportivo, o bien, que están descubriendo cuál es su camino.
Es por eso que la enseñanza de golf, en esta etapa de la vida, no sólo se basa en transmitir conocimientos al jugador, sino que se trata de una enseñanza un tanto más profunda, que a su vez se convierte en mutua.
En UGPM buscamos formar jugadores, y por sobre todo formar personas. Personas que respeten los valores del deporte, personas disciplinadas, no sólo a la hora del entrenamiento y la competencia, sino también en su día a día, en la residencia, en la universidad y con las personas que se vinculan en cada momento.
La enseñanza del golf es simplemente una de las tantas partes de esta gran tarta.
Sin embargo, el crecimiento de cada uno de los jugadores es proporcional a las horas de trabajo que se dediquen a sí mismos, ya sea en la preparación técnica, en la física e incluso en las horas de clase en la universidad.
Todo depende del tiempo y la dedicación que tenga cada jugador.
Debido a la intensidad de nuestra metodología de trabajo, tenemos la posibilidad de compartir mucho tiempo con el equipo, lo cual nos hace receptivos, y nos permite acompañarlos y guiarlos en su crecimiento.
Como comentamos anteriormente, este crecimiento y aprendizaje en la enseñanza del golf es mutuo, ya que las personas jamás dejamos de aprender. Por eso mismo, es un agrado y un verdadero placer poder compartir esta etapa con jugadores dispuestos a darlo todo por mejorar cada día y llegar a lo más alto.
En UGPM nos destacamos por este tipo de instrucción, aquella que va más allá de lo conocido, una enseñanza recíproca, dispuesta a dejar una huella positiva tanto en los jugadores como en los que acompañamos.
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